El FC Barcelona zanjó todos los debates a los que estaba siendo sometido el equipo de un plumazo. Se impuso por 5-0 a un Mallorca que pagó los platos rotos de las críticas recibidas por los blaugrana tras los partidos frente al Granada y al Sevilla.
El FC Barcelona se enfrenta a un combinado de estrellas de la liga coreana (k-league).
Era el partido que más expectación iba a concentrar de todo el fin de semana, posiblemente de toda la temporada, ya que ambos clubes llegaban en un gran estado de forma y consiguiendo victoria tras victoria. Se hablaba de muchos duelos. El principal entre los dos equipos y los individuales entre, por ejemplo, Messi y Cristiano Ronaldo o Casillas y Valdés. Posiblemente el Santiago Bernabéu reunió al mayor número de grandes jugadores del mundo, pero el fútbol hizo justicia y el equipo superior, el FC Barcelona, se llevó la victoria con dos zarpazos letales.
La noche que debía ser histórica para todos los sevillistas, se ha convertido en una noche para olvidar tras la derrota del Sevilla FC ante el CSKA de Moscú por 1-2, y le deja por tercera vez en su historia a las puertas de los cuartos de final de la Champions League. Ríos de lágrimas y decepción corrían por Nervión cuando el húngaro Viktor Kassai dio por finalizado el encuentro.
El FC Barcelona empató el sábado (1-1) en campo del Sevilla, en partido adelantado de la 23 jornada de la Liga, con lo que desperdició una oportunidad para acercarse al líder, el Real Madrid, que recibe el domingo el Valladolid, y que mantiene una ventaja de cinco puntos.
