Chipiona, 28 de julio de 2014.- Chipiona perpetúa el recuerdo de José Antonio Calderón Quijano con la rotulación de una calle con su nombre en el lugar donde residió y ahora lo hace su familia, en el tramo de la calle Santuario que discurre entre la avenida de Sevilla y el Paseo Costa de la Luz.
La delegada de Cultura, Davinia Valdés, se congratuló por el hecho de que la Comisión de Revisión del Callejero haya hecho posible que una propuesta formulada en 1996 hoy, casi veinte años después, sea una realidad.
Aunque mexicano de nacimiento, siempre se sintió sevillano y desde su juventud también un enamorado de Chipiona, donde tuvo campos e incluso un corral de pesquería en Las Canteras, como reflejó el Cronista de la Villa, Juan Luis Naval Molero.
El pintor Julio Ceballos, amigo personal y cómplice en su labor de mecenazgo, tuvo una palabras cargadas de emoción para quién, afirmó, no estuvo de paso como tantos otros, sino que llegó a Chipiona para amarla, enriquecerla y quedarse para siempre.
Prueba de su amor incondicional a Chipiona es que decidió que fuera en su cementerio donde descansaran sus restos mortales como reflejó su hijo Jose Antonio Calderón Benjumea, que intervino en nombre de la familia e hizo un recorrido por los 65 años de vinculación del profesor e investigador con nuestra tierra.
El Alcalde de Chipiona, Antonio Peña, destacó la labor de mecenazgo y promoción de la cultura y la educación que el insigne catedrático de Historia de América y Rector de la Universidad de Sevilla realizó en la localidad colaborando decisivamente con el Padre Ángel Nebreda para la apertura de las Escuelas Virgen de Regla a la formación profesional con los estudios de maestría industrial.
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