Opinión
He vuelto
Como si fuera el mejor lugar donde poner los pies cada vez que uno abandona los restos de un naufragio, he pisado la casa, en San Juan de Aznalfarache, donde los Cursillos de Cristiandad propiciaron tantos frutos espirituales. Allí citaba don Publio a Dios con los hombres, muchos de ellos sin saber siquiera Quién les esperaba. Me imagino que, sin experiencia propia y de oídas, es imposible calcular el alcance de aseveraciones como esta. Yo mismo tampoco podría suponerlo si no llega a ser porque tuve la suerte de vivirlo.