
Juan Manuel Rodríguez
Tal día como hoy pero de 1595 murió en la horca y luego fue descuartizado, como era la costumbre, Gabriel de Espinosa, el pastelero de Madrigal de las Altas Torres. ¿Quién era este señor? Pues nos tenemos que ir para atrás en la historia.
En 1554 nació Don Sebastián en Lisboa, nacido rey, porque su padre había muerto dos semanas antes. Desde pequeño alimentó ideales caballerescos un tanto locos y fuera de época, y con 24 años decidió conquistar Marruecos arrastrando a Portugal al desastre de Alcazarquivir, donde murió "la flor de la nobleza portuguesa" y también el mismo rey, cuyo cuerpo nunca fue encontrado , o si ? ya veremos...
Le sucedió su tío, que tenía 66 años y era cardenal, con lo que era una opción de poco futuro. Fue otro tío suyo, Felipe II , un fanático religioso que consiguió que el papa no dejara al cardenal colgar los hábitos y no arremangarselos...para intentar tener un hijo, quien estuvo al quite para recoger los frutos de todo aquello. El cardenal murió un par de años después y rápidamente Felipe se presentó en Lisboa y no fue un paseo militar , porque por tierra le tuvo que allanar el camino por la fuerza el duque de Alba y por mar el marqués de Santa Cruz , coronándose rey de Portugal.
Pero cuál era el problema? Pues que como el cuerpo de Don Sebastián no se había encontrado rápidamente empezaron a aparecer falsos Sebastianes, y de todos ellos el más famoso fue el tal Gabriel de Espinosa. Resultando que una sobrina de Felipe II , hija bastarda de Don Juan de Austria, y este su vez bastardo a su vez de Carlos I) está gente no perdía el tiempo ..., doña Ana de Austria, era abadesa del monasterio de las Huelgas de Burgos, el cargo más importante al que podía aspirar una mujer dentro de la Iglesia, resultando que no tenía vocación de ningún tipo, así que Gabriel de Espinosa la empezó a rondar.
Acudía al convento, hablaba con ella en el locutorio, le decía cosas bonitas... "De verdad, yo no sé qué hace vuesa merced aquí encerrada en un convento con esos andares de reina que le ha dado Nuestro Señor". y ufana decía : "Ay, don Gabriel, qué más quisiera yo, pero el hombre propone y Dios dispone, o más bien el rey, mi primo si vos quisierais yo os iba a hacer reina". "¿Vos? Reina de la morería". y Reina de Portugal!!!" entre risotadas "¿Qué decís?" "Lo que oís, reina de Portugal, y yo rey". "¿Y esas pretensiones, de dónde las sacáis?". "¿De dónde las voy a sacar ,no me reconocéis ? Yo soy don Sebastián!! ". Y la otra, que tenía ganas de creérselo, se lo creyó. "Pero... "¿Pero qué?". "Si no tengo ni un real para recuperar mi trono". Al principio se resistió, que al fin y al cabo era monja, pero acabó dándole hasta el rosario de su madre para que lo empeñara. ¿Cómo acabó la cosa? pues mal .
El primo Felipe lo descubrió todo, montó en cólera, la monja no salió nunca más del monasterio y el pastelero... acabó descuartizado y puesto en las puertas de Madrigal, para que todo el mundo viera cuál era la justicia de
Felipe II , que decidió que había que hacer algo. Necesitamos un cadáver y lo necesitamos ya!!! Así que manos a la obra , se trajeron uno de Marruecos y dijeron que era el de Don Sebastián, organizándole un entierro por todo lo alto y haciéndole una tumba en el monasterio de los Jerónimos, donde sigue estando el cuerpo de alguien que pasaba por allí. Con todo aquello nació uno de los grandes mitos de la historia de Portugal, el sebastianismo, o sea, la idea de que algún día don Sebastián volverá y con él las glorias pasadas
Juan Manuel Rodríguez.

