Tres años después de su prematura muerte a los 61 años, la ciudad ha saldado la deuda que tenía con el maestro de periodistas Manuel Yélamo Crespillo, nacido en Écija pero jerezano de adopción y ahora también «de residencia», como destacaron ayer algunos de los compañeros que le conocieron en vida. Y lo ha hecho de la mejor manera posible: dedicándole una calle (prolongación de Mariñíguez entre Diego Fernández Herrera y Medina) a este mago de las ondas, capaz de «entrar en tu casa a través de la radio como si fuera un miembro más».
Se pueden dar muchas definiciones de Manolo Yélamo, pero la de Andrés Luis Cañadas, ex director de Radio Popular de Jerez - donde coincidió con el homenajeado- es quizá una de las más acertadas. Y si no, que se lo pregunten a los jerezanos que durante tantos años siguieron sus sabios Consejos. Pero fue tanta su implicación con la ciudad, donde fue también pregonero de la Semana Santa y El Rocío, que es difícil saber cómo será recordado exactamente este, a la vez, astigitano y jerezano.
Prueba de ello es la nutrida presencia de autoridades y representantes de todos los ámbitos (especialmente del periodístico, con la plana mayor de Grupo Prisa y Cadena Ser) que arroparon a la familia de Manolo Yélamo en este tributo póstumo que estuvo capitaneado por el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves.
«Estoy muy feliz. Éste es el mejor homenaje que se le podía dar a Manuel», manifestaba su viuda, Maribel Sánchez, todavía emocionada ante el flamante rótulo de la calle recién descubierto. Poco después, en Bodegas Paternina, su hermano, Antonio Yélamo, otro «periodista de la misma casta» en palabras de Chaves, hacía extensivo el agradecimiento de la familia al Gobierno local.
El presidente de la Junta se presentó como «amigo» que fue del homenajeado y, como buen conocedor de su trayectoria personal y profesional, lo definió como «un buen periodista y una buena persona». Por su parte, la alcaldesa de Jerez recordó el «relato permanente y continuado del día a día de Jerez que Manolo nos regalaba desde la radio» y señaló sus muchas aportaciones como «voz de la radio, del sentimiento cofrade y del flamenco».
Manuel Yélamo falleció en 2005, después de dejar un importante legado en su ciudad natal y en Jerez, pero también en Algeciras, Córdoba y Huelva (en éstas tres últimas dirigió las emisoras de Cadena Ser), gracias a una pasión por la radio que ayer se vio, una vez más, recompensada.
Andalucía Deportiva
