En la vida, en el fútbol, que, a veces, es tan justo e injusto como la vida misma, hay contradicciones, dicotomías difíciles de entender. A saber: Fernando Giner Gil (AlboraYa, Valencia, 31 de diciembre de 1964), apodado El Chufa porque en su localidad de origen crecen las mejores del mundo, tenía, como todos sus compañeros del Valencia C.F. aquel 14 de mayo de 1994, una jugosa prima por parte del F. C. Barcelona por ganar o empatar ante el Deportivo de La Coruña en Riazor. Empero, el actual capitán del Valencia de Fútbol Indoor hubiera preferido no cobrarla. Enfrente, en aquella primera versión del Super Depor, militaban sus ex compañeros y amigos Voro y Nando.
Una victoria gallega les elevaba al Olimpo del primer campeonato liguero de la historia deportivista. El Barça, el mismo día y a la misma hora, sábado 20:00 horas, tenía que ganar su partido y esperar a que fallase aquel maravilloso equipo dirigido por Arsenio Iglesias. Lo demás casi huelga contarlo. Penalti a favor del Deportivo en tiempo añadido de la segunda mitad y serbio Miroslav Djukic mandó al carallo, en el más estricto gallego y muy a su pesar, la ilusión de toda una ciudad y de media España enamorada de aquel equipo. Falló la pena máxima, más bien la detuvo González, y las lágrimas hicieron subir la marea de la playa de Riazor. Los valencianistas, alborozados, se abrazaban sin disimulo: su cuenta corriente había aumentado considerablemente.
Giner no, no se abrazó a nadie, estaba relativamente triste: Claro que hubo prima, y cuantiosa, del Barça, pero yo soy de una forma de ser en la que la amistad prima más que el dinero. Voro y Nando acababan de llegar al Deportivo esa temporada después de pasar por el Valencia y yo quería que ganarán una Liga que merecían, explica.
Recuerdo que nada más terminar el partido me dediqué a consolar y levantar del suelo a jugadores del Depor que estaban destrozados. Sí, cobré, pero era un dinero amargo, continúo.
Empero, Giner extrae una conclusión rotunda de aquella tarde- noche y, además, lanza un reproche concreto, a un jugador en concreto y a un momento más que concreto, crucial: La Liga la pierde el Deportivo, no se la hacemos perder nosotros. Recuerdo que durante todo el partido, Bebeto, un extraordinario jugador, aclaro, me dijo de todo: que si éramos unos vendidos, que sí no nos daba vergüenza en fin, de todo. Lo que son las cosas, cuando pitan el penalti me dirijo a él y le digo que ya lo tenían, que si era lo que quería ya lo había conseguido. Desapareció de mi vista, se escondió y lo tuvo que tirar Djuka. Me jodió que se borrara de esa manera, enfatiza.
Como hemos venido contando, la reedición del Super Depor, puede sentenciar la Liga Nacional de Fútbol Indoor el próximo viernes día 8 en Alcoy (Alicante) a las 20:30 horas, Ganando, es campeón. Al otro lado del título, al otro lado de otra Liga, otra vez el Valencia. De aquel trágico día sólo quedan en el Deportivo de veteranos tres jugadores: Fran, José Ramón y Donato. Nando, curiosamente milita en las filas del Valencia. Más curiosidades, Donato y Nando comparten estos días aula con Giner en busca del Título Nacional de Entrenador en la Ciudad Deportiva de la Real Federación Española de Fútbol, sita en Las Rozas (Madrid).
En lo referente a Fran, todo aquello pasó hace mucho tiempo, está olvidado y ahora estamos en otra cosa. Sí recuerdo que lloré como un chiquillo y me marché directamente a casa, ni siquiera fui a la cena que el club había programado.
Donato, con el tiempo, hasta se ríe de lo ocurrido aunque reconoce que le molestó, la actitud de los jugadores del Valencia después de que el árbitro pitara el final del partido, ¡parecía que habían sido ellos los que habían ganado la Liga! Lo mejor es que un año después les ganamos la final de la Copa del Rey. Es verdad que, a partir de aquel día, se generó una gran rivalidad con el Valencia porque el palo fue muy gordo. Yo tampoco asistí a la cena del club, estaba muy triste. Y no, no estaría mal ganar la Liga de Fútbol Indoor en la pista del Valencia, afirma entre risas.
Giner, que debutó en el Valencia antes de cumplir los 18 años, el 5 diciembre de 1992 y que permaneció en la entidad ché hasta la temporada 94- 95, advierte que la situación no es la misma: Aquella vez nuestra intención era fastidiar el título del Depor, ahora queremos ganar la Liga Nacional de Fútbol Indoor. Aviso para navegantes. Más clarito, el agua de las pilas bautismales.