
Creo que profundizando cada día en una FLOR ó frase escrita con el amor más sincero y puro que profesó desde muy niña Angelita hasta convertirse con el paso de los años en Sor Ángela de la Cruz, por el amor a Jesucristo, el Hijo del Padre Dios, llegaremos como no a la Stma. Virgen, la Madre de Jesús y nuestra Madre Celestial Una vez hecha la introducción, analizamos la decimoséptima frase o FLOR escrita por Santa Ángela de la Cruz: Madre mía de la Salud; aunque todos me abandonen, nunca me abandones Tú.
Desde muy joven, Angelita sintió una confianza grandísima y un amor inmenso en la Virgen y tan pronto inició lo que terminaría siendo toda una gran congregación, es decir el día 2 de agosto de 1875, tras una Eucaristía presidida por Padre Torres, en el Convento Jerónimo de Santa Paula, se marchan a una habitación alquilada en la c/San Luis, la terciaria franciscana Ángela Guerrero González, Juana, Josefa y otra joven Juana , con un mobiliario tan simple como: una mesa, varias sillas y unas esteras de esparto para dormir y como tienen un corazón tan generoso, van recogiendo las niñas huérfanas de los pobres enfermos que atendían, tienen que trasladarse a otras casas más grandes y desde ese momento, forman parte de ellas, como hermanas de la cruz: la Eucaristía, una imagen de Jesús Crucificado y una Imagen Dolorosa de la Stma. Virgen, es decir la Virgen de la Salud y desde los primeros momentos, se encomiendan con esta bonita frase o flor Madre mía de la Salud; aunque todos me abandonen, nunca me abandones Tú y se lo pedían con tanta fe y tanto fervor que fueron encontrando, personas que ingresaban en esas primeras casas de las Hermanas de la Cruz, hasta que mucho esfuerzo, esperanza, fe y trabajo y como no sacrificios y entrega total, pero sin dejar de lado el amor a Jesucristo, al Santísimo Sacramento y a la Virgen de la Salud, así hasta que 1883 comienza la gran expansión y continúan las fundaciones de nuevas Casas de las Hermanas de la Compañía de la Cruz y siguen y siguen creciendo, gracias a que Dios y la Virgen de la Salud, les amparan y no deja que les abandonen nunca. La gran obra de Dios, hecha a través de la hoy Santa Ángela de la Cruz, continúa creciendo y siguen encontrando jóvenes con vocación llamadas por la estela de nuestra Santa.
Hasta mañana, Dios mediante que, volveremos con una nueva FLOR.

