Cuatro horas después del nacimiento de su primogénita y aún algo nervioso, el príncipe Felipe ha comparecido a las 5:53 horas, ante los medios de comunicación, en una carpa que la Casa del Rey ha instalado en uno de los aparcamientos de la Clínica, para expresar su inmensa felicidad ante la llegada al mundo de la pequeña Leonor, que pesó al nacer 3,540 kilogramos y midió 47 centímetros, según informó durante la rueda de prensa el ginecólogo Luis Ignacio Recasens. Asimismo, el doctor Recasens añadió que el nacimiento se ha producido en la semana 37 de embarazo y se ha realizado mediante cesárea a las 01:25 horas al no progresar el parto, pero que la intervención se había realizado sin complicaciones y que ambas se encuentran en perfecto estado.
El Príncipe comenzó su discurso agradeciendo la paciencia que habían demostrado tener los presentes. Don Felipe reconoció que había sido una noche muy larga, en la que los profesionales de la prensa habían tenido que soportar frío y lluvia. Asimismo, en su comparecencia el Príncipe tuvo palabras de agradecimiento para el equipo médico por la manera tan humana en la que habían sido tratados haciéndoles sentir muy seguros y tranquilos.
"Ver nacer a tu hijo es algo excepcional"
Tal y como había anunciado hace unas semanas, el Príncipe de Asturias permaneció junto a su esposa durante el parto. "Esto es lo más bonito que le puede ocurrir a alguien en la vida. La Princesa está bien, a pesar de que el parto ha sido por cesárea. Las mujeres y las madres sabéis mejor que nadie lo que es eso. Aún habiendo sido una cesárea, doña Letizia ha estado consciente y al tanto de lo que ocurría. Yo le iba describiendo lo que sucedía en la medida de mis posibilidades, pues desconozco este lenguaje técnico. Pero el momento de ver nacer a tu hijo es algo excepcional. Estamos felices y radiantes", dijo don Felipe, aunque reconoció que como estaba tan pendiente del estado de la Princesa, al principio no se fijó en el sexo del bebé cuando le pusieron a la niña en los brazos. Fue después, cuando las enfermeras se la llevaron para limpiarla, cuando preguntó: "¡¿Pero qué es?!".