El Cid le ha hecho una faena meritoria a su primero, que se movió mucho, pero al que le faltó recorrido. Basó su labor en el lado diestro y logró series muy intensas y muy jaleadas por un público que le apoyó incondicionalmente. Sufrió una voltereta sin consecuencias y tras matar de una estocada cortó las dos orejas. También obtuvo un trofeo en el sexto bis, un animal con movilidad con el que El Cid estuvo decidido pero sin acabar de acoplarse del todo.
Por su parte, El César, se ha enfrentado a dos toros nobilísimos y con las fuerzas justas, a los que ha toreado, por momentos, muy despacio y muy largo con la mano izquierda. Su fallo a espadas le dejó sin premio.
Con menos de tres cuartos se han lidiado seis toros de Núñez del Cuvillo, el sexto como sobrero, desiguales de presencia y de muy buen juego en líneas generales. Enrique Ponce, ovación y dos orejas; César González El César, división al saludar y saludos tras aviso; El Cid, dos orejas y oreja.
