La Universidad ha conseguido un meritorio tercer puesto en la categoría masculina que, sin embargo, sabe a poco dadas las buenas impresiones mostradas por el equipo. Finalmente, 22 malos minutos ante la Universidad de Cádiz, condenaron a los sevillanos. Por su parte, las féminas merecieron algo más, gracias a las ganas con las que afrontaban cada uno de los partidos. La mala suerte de quedar encuadrados en el mismo grupo junto a Huelva y Málaga, privó a las hispalenses de lograr un mejor resultado en el campeonato. Femenino: La competición comenzó bastante bien para la Universidad de Sevilla, que tras un primer periodo dubitativo, se deshizo sin grandes problemas de la Universidad de Jaén en la jornada inaugural del torneo. En el segundo día, el rival a las que se enfrentaron fue la Universidad de Málaga. Las sevillanas fueron a remolque durante todo el partido, y eso, unido a una polémica decisión arbitral que no señaló falta sobre una jugadora de la Universidad de Sevilla en la última jugada del partido, decidió el partido de parte de las malagueñas por un punto de diferencia. Los resultados dados en esos dos primeros días, obligaba a las sevillanas a ganar por 5 o más puntos a la Universidad de Huelva en la última jornada de grupos del campeonato si querían disputar la final. Desafortunadamente, el resultado no se dio ante un equipo con jugadoras que militan en equipos de Liga Femenina-2, y que demostraron su superioridad. Por todo ello, la Universidad de Sevilla se va con un mejor recuerdo del campeonato del que refleja su clasificación, ya que la imagen dada por las jugadoras en todo momento ha sido muy positiva.
Masculino: Al equipo masculino de la Universidad de Sevilla le esperaba en su primer partido la vigente campeona de España y cuarta clasificada de Europa el pasado año, la Universidad de Málaga. En un partido en el que los hispalenses dominaron en el marcador durante prácticamente todo el partido, no dieron opciones a su rival y se llevó el partido por cuatro puntos de diferencia. Al día siguiente, tocaba el turno de Jaén, que en la primera jornada había caído ante Cádiz por más de treinta puntos. La relajación de los sevillanos, así como una mejoría patente de los jiennenses, propició un partido igualado, pero que la Universidad de Sevilla controló en todo momento. Así se llegó al tercer día a un partido ante Cádiz, en el que el ganador disputaría la final, y el perdedor se conformaría por pelear el tercer puesto. La Universidad de Sevilla llegó a vencer por 15 puntos en el minuto 18 de partido. A partir de entonces se produjo la reacción de los gaditanos, que jugaron un partido muy completo. La Universidad de Sevilla llegó a fallar 23 tiros libres (4 de 14 en el tercer periodo), y finalmente, los gaditanos lograron una victoria con polémica arbitral, pero que de ningún modo empaña el buen trabajo de estos a lo largo de todo el torneo. De esta forma, la Universidad de Sevilla disputó en el último día ante Córdoba un partido por el tercer puesto. Los sevillanos se presentaron muy mermados por las bajas (sólo tenían 7 jugadores disponibles), pero mostraron una actitud inesperada y se alzaron en un partido muy igualado con el tercer puesto.