Ortega Cano se refugia en sus hijas en Chipionatras la muerte de Rocio Jurado
Gloria y José Fernando son unos niños, que a pesar de su corta edad han sufrido ya una de las experiencias más dolorosas en la vida y por dos veces, la pérdida de la madre. Los niños se han convertido en el gran consuelo de Ortega Cano destrozado por el dolor que intenta poco a poco empezar su nueva vida sin Rocío, una mujer que llenaba la vida de todas las personas que la rodeaban. Los tres viajaron a Chipiona una semana después del entierro de la cantante. José quería sentirse más cerca de ella y por eso acudió con sus hijos al apartamento que tienen en la playa, cerca de la casa familiar que poseía Rocío Jurado en el pueblo, y que el torero compró hace unos años.